Partimos de un local prácticamente en funcionamiento, situado en la Cuesta del Bacalao, Sevilla y propiedad del Grupo Robles. Este proyecto precisó de varias actuaciones puntuales que le permitan adquirir una nueva imagen, como deseaban sus nuevos propietarios. El local cuenta con dos zonas diferenciadas que se mantienen, la entrada y la sala, con una cocina directamente comunicada con ella.
Buscamos una decoración y un ambiente fresco, original y divertido, que generara una atmósfera agradable para el cliente y que invite a la permanencia en el local. El negocio tiene una esquina muy atractiva, desde la que rápidamente se tiene visión de todo el espacio. Por eso mismo, para llamar la atención diseñamos un mural en tonos azules que recuerdan a un ambiente marítimo (guiño a su nombre que es un concepto con el que también se designa el Bacalao). Y aprovechamos este lienzo para colocar, además, sobre él, un rótulo iluminado.