En este proyecto de reforma e interiorismo, partimos condicionados por el propio local que, en su mayoría, se desarrolla en el sótano (planta -1) de un edificio de viviendas. Por ello, nos centramos en potenciar esa sensación de estar “bajo tierra” y de llegar hasta el espacio central a través de una transición de colores vivos e iluminación tenue. Así, el cliente experimentará diferentes sensaciones hasta llegar al espacio cental.
El acceso a la pizzería se produce por un espacio en planta baja de apenas 15m2, que pretende pasar desapercibido y que tan solo utiliza algunos materiales como antesala de lo que sucederá después.
Desde este pequeño espacio, se puede vislumbrar el vestíbulo y la escalera, en la que un color muy intenso y una iluminación con leds verticales invitan al cliente a conocer el resto del local. El color azul intenso que damos a la gran escalera de bajada, se aplica sobre una pared de mortero de cemento en bruto inspirada en tierra excavada. Además, la iluminación se ejecuta con controles dinámicos, de forma que varía mientras el cliente pasa por ella.